Descansando en Dios
- César Yévenes
- 18 nov 2024
- 4 Min. de lectura
1 Pedro 5:7: "Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros."
Hoy en día, estamos inmersos en un mundo, que solo nos trae problemas tras problemas y que solo hace que la ansiedad nos invada y nos desequilibre mentalmente. Pero es en medio de turbulento mundo, es en que la Palabra nos invita a entregar todo aquello que nos aqueja a dios.
Pero… ¿Qué significa realmente entregar todo a Dios? ¿quiere decir que debemos dejar de preocuparnos o desentendernos de nuestras responsabilidades?
Entregando nuestras cargas a Dios
El entregar nuestras cargas a Dios, no significa que tenemos que olvidarnos del problema o de lo que sea, sino, que reconocemos que no podemos por nuestras propias fuerzas y que no podemos llevar tan pesada carga por nosotros mismos, sino, que necesitamos la ayuda de Dios. En Mateo 11:28, Dios mismo nos dice que todos los cansados y los que llevan pesadas cargas, pueden acercarse a él y descansar en él.
En 1° Samuel 1:10, se nos muestra a Ana, quien tenía una pesada carga, no podía tener hijos, lo que, en su contexto cultural, producía una gran carga emocional en la mujer, lo que derivó en una enorme tristeza y angustia. El versículo nos muestra una Ana, llena de angustia que oraba a Dios mientras lloraba de forma desconsolada. En esa oración, Ana entrego esta angustia, esta tristeza y este problema de infertilidad al Señor. Dios no solo respondió su oración, sino, que devolvió la paz a Ana, como nos dice en 1°Samuel 1:19-20.
Tal como Ana, debemos de derramar nuestro corazón en oración. Presentarle todos nuestros problemas a Dios con total sinceridad y confianza de nuestra parte, y él nos oirá desde los cielos y nos dará respuesta según su perfecta voluntad.
No significa desentendernos del problema
El que entreguemos nuestras cargas a Dios, no quiere decir que debemos de desentendernos u olvidarnos de problema, si no, lo contrario. Debemos actuar por fe, ocuparnos de los que nos corresponde. Cuando Nehemías escucho que el pueblo de Israel estaba pasando un muy mal momento y los muros de Jerusalén estaban destruidos, el oro a Dios pidió perdón por los pecados de él y el pueblo y pidió a Dios ayuda para esta tarea y más tarde, oro a Dios para encontrar gracias ante el Rey Artajerjes para ir en la construcción de los muros de Jerusalén. Nehemías no solo entrego este problema a Dios y se olvidó de él, ni mucho menos dijo “ahora es problema de Dios”, sino, que actúo por fe y fue a construir los muros.
Muchos cristianos, entregan sus problemas a Dios (familiares, laborales o de cualquier otra índole) y se olvidan de ellos, cuando debería ser lo contrario. Si tenemos problemas en el trabajo, ya sea por problemas con compañeros o estamos sin trabajo, se debería de orar por ese problema y tomar acción, ya sea conversando con los compañeros o dejar los pies buscando un nuevo trabajo. O si es un problema familiar, se debe orar e identificar el porqué de aquella situación. Si nuestro problema es por ansiedad o depresión, debemos descansar en Dios, orar por su ayuda y buscar ayuda profesional para solucionar este problema.
¿Cómo entregar todo a Dios?
Reconocemos nuestra necesidad de Dios
Debemos aceptar, reconocer o como quiera llamarlo, que sin Dios no podemos hacer nada, tal y como lo dice en Juan 15:5 "Porque separados de mí nada podéis hacer."
Ora con fe y especificidad
Filipenses 4:6-7(NVI): "No se preocupen por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias...” en este pasaje, nos dice “en toda ocasión”, no importa la situación, no importa el problema, debemos orar a Dios, con fe detallando el problema en cuestión y creer, en que nos dará descanso y aliviara nuestra carga y con su ayuda, enfrentar el problema de mejor manera
Confía en su cuidado soberano
Dios nos cuida y nos sustenta, en Salmo 55:22: "Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará." Nos lo dice claramente, aprendamos a confiar más en Dios y menos en nuestras propias fuerzas.
Actúa en obediencia
En nos dice que Santiago 2:17: La fe sin obras es muerta. Entregar nuestros problemas a Dios, es media fe, ahora, si nos hacemos cargo del problema, ejercemos la obra de la fe, porque confiamos que Dios hará lo imposible, mientras nosotros hagamos lo posible. Cuando se abrió una vacante en el departamento de informática en donde trabajo, le pedí a Dios que me diera la posibilidad de tomar esa vacante si era su voluntad. Hablé con quien tenía que hablar, el gerente de servicios, el gerente de informática y mi supervisor, una vez hecho eso, dije “listo Señor, ahora tu haz lo imposible”, esto ocurrió en abril del 2022 y el 1 de mayo, estaba firmando el anexo de contrato para trabajar en informática.
Descansa en sus promesas
Isaías 41:10: "No temas, porque yo estoy contigo." Dios jamás nos dejará a la deriva, no importa cuán fuerte sea la tormenta, no importa cuantas veces pareciera que vamos a naufragar, Dios siempre será el capitán de nuestra barca, en él, siempre estaremos seguros.
Entregar todo a Dios es un acto de fe y obediencia. Dejemos nuestras cargas a los pies de Cristo, confiemos en su cuidado y sigamos actuando bajo su dirección. Dios no solo quiere aliviarnos, sino que transformarnos.
¿Qué cargas necesitamos entregar hoy? Oremos con sinceridad y tomemos la decisión de confiar en Dios plenamente.
Comentarios